
CASA RUNA es un destacado referente al sudoeste de la provincia de Buenos Aires, ubicada en Pedro Luro, localidad del partido de Villarino. Sus responsables Vanesa Ganduglia y Leandro Poblete sintetizaron en este proyecto gran parte de la trayectoria de sus formaciones e inquietudes. Ambos son profesores en Artes Visuales. Vanesa se especializó en políticas socioeducativas, promoción cultural y creación de espacios culturales alternativos y sustentables. Leandro en bioconstrucción, diseño de ciudades y comunidades sostenibles, resilientes e inclusivas. Esos devenires eclécticos son fuerzas activas en su espacio.
El deseo de una sala propia surgió ligado a la creación de un hogar que les permitiera vivir en armonía con el entorno: Casa Runa es un proyecto familiar con vocación colectiva. En lenguas originarias andinas, runa alude a quien vive en relación con la tierra, el agua, los ciclos, la comunidad.
El diseño de su casa, ideada por ellos mismos, incluyó desde el comienzo un patio cultural concebido como punto de encuentro donde compartir experiencias, saberes, modos de hacer en relación con la naturaleza y la cultura.
Su gestión es privada pero la vocación pública guía la toma de decisiones y el impacto comunitario es la medida de su éxito. Gestionan fondos y recursos ofreciendo actividades gratuitas y otras en las que cobran un ingreso o colaboración para profesionalizar la tarea cultural.
Leandro se ocupa del mantenimiento, la logística, el montaje y la técnica; Vanesa está a cargo de la gestión cultural y la comunicación. Comparten la curaduría de una programación caracterizada por el respeto a los ciclos naturales que se nutre de vínculos forjados en la práctica y se deja atravesar por el entorno. Promueven la creación de obras pensadas en diálogo con el territorio, impulsando a artistas locales y regionales, cuyas propuestas reflexionan sobre sostenibilidad, memoria, identidad, creatividad y justicia ambiental.
Las actividades responden a las inquietudes de la comunidad y el público objetivo: infancias, juventudes, adultos, familias y propuestas específicas para artistas, educadores y colectivos culturales. También al clima, factor fundamental al trabajar al aire libre.
Desde su inauguración el 29 de diciembre de 2017 han programado casi un centenar de propuestas. El patio de Casa Runa cuenta con escenario y capacidad para noventa personas. El pasado verano se presentaron más de sesenta artistas locales y regionales. Los fines de semana de verano generan ocho puestos de trabajo directos, incluyendo técnica, producción, cocina y coordinación general.
Una vez al mes reciben propuestas externas. Elencos y artistas en gira cuentan con modalidades de entrada flexibles, recursos técnicos, difusión y un registro profesional de su paso por el espacio. También gestionan el alojamiento y la comida, considerada parte del ritual de hospitalidad y construcción de redes. Cada visita es un intercambio cultural y humano, donde el arte no solo se presenta, se comparte, se siembra y celebra.
Casa Runa recibe el apoyo y reconocimiento de vecinos, docentes, artistas, comerciantes, instituciones escolares, clubes, productores locales, Cáritas y organismos públicos como CORFO, INTA, la Cooperativa Eléctrica, el área cursos formación profesional de la escuela agraria N°1, así como del Honorable Consejo Deliberante de Villarino y la Cámara de Senadores Bonaerense.
Uno de sus logros más significativos fue encontrar un formato legal y operativo para habilitarlo, respetando su espíritu abierto y diverso, sin reducirlo a un modelo comercial tradicional. Otro hito fue obtener el reconocimiento de organismos nacionales, cuya validación facilitó mejoras de infraestructura y equipamiento. El proyecto fue beneficiario de los programas Puntos de Cultura y Gestionar Futuro del Ministerio de Cultura de la Nación y recibió apoyos del Fondo de Inversión del Ministerio de Turismo de Nación y del programa Desarrollar Cultura del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.
Entre sus prioridades actuales destaca su proyecto de visitas guiadas para instituciones educativas. Estas visitas constituyen una herramienta pedagógica innovadora en sintonía con los marcos normativos vigentes en materia de educación ambiental, así como en la compleja articulación que debe darse entre cultura, territorio y comunidad. El contacto directo con el entorno fortalece el vínculo entre teoría y práctica, escuela y comunidad, ciudadanía, cultura y ambiente. Sus gestores buscan que la iniciativa sea declarada de interés legislativo a nivel municipal y provincial, lo que facilitaría su integración en políticas educativas y culturales regionales.
A partir de septiembre, cuando el clima acompaña, reactivan la programación cultural con festivales, presentaciones artísticas y encuentros comunitarios, retomando el pulso del espacio como patio cultural y territorio creativo. El lugar es un punto de referencia cultural y afectiva en el sur bonaerense. Cada vez más artistas se acercan a compartir su obra, reconociendo el valor del espacio, el cuidado curatorial y el esfuerzo por profesionalizar la tarea artística, no solo con condiciones técnicas apropiadas, sino con un compromiso ético de retribución por el trabajo.
Casa Runa es un espacio donde la cultura se entrelaza con la naturaleza, donde lo humano se reconoce en su vínculo con lo simple, lo colectivo y lo vivo. En tiempos en los que proyectar a largo plazo resulta difícil, apuestan para que el proyecto sea una fuente de ingresos estable. Aspiran a que la sala se afiance como centro de formación, disfrute y trabajo y confían en que el equipo crezca y su modelo resulte inspirador para otros.
Instagram: @casa.runa