La memoria como herencia
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La memoria como herencia

El Archivo de la memoria Trans se propone como una plataforma para resistir al borramiento y la censura padecidos por un colectivo disidente que busca reescribir e insertarse la Historia

26 de julio de 2022

Cuenta la historia que era un deseo de amigas: fundar un archivo con aquellas imágenes de una vida llamada a la clausura del mundo privado, personal, y por lo tanto, político. En la complicidad afectiva de una lucha histórica, la disputa por el espacio público fue una de las revoluciones que habían llevado adelante Pia  Baudracco y María Belén Correa, quienes en 1993 fundaron la Asociación de Travestis Argentinas, título arrebatado al guardia de turno que, entre maltrato y vejaciones, las increpaba llamándolas  la: “asociación de travestis argentinas” y arengaba: “¿qué piensan hacer, denunciarnos o salir en televisión a contarlo todo?”. Fue allí, en los espacios carcelarios que en la década del noventa, bajo el mote de las rebeldes se tramó la resistencia travesti/trans y comenzaron a formarse las agrupaciones que posicionaron el derecho a la identidad de género como agenda política de Estado.

En el nuevo milenio, el tiempo de la revolución había llegado, se tornaba necesario reconstruir la memoria de las sobrevivientes; volver visibles aquellas vidas que transcurrieron entre el encierro y el desparpajo libertario del carnaval. Las fotografías eran herencias que pasan de amiga en amiga; la herencia más frágil pero más valuada: la propiedad de la memoria. Guardadas en un álbum de fotos, apiladas en cajas de zapatos o cualquier soporte que sirva de cobijo, aquellos destellos desobedientes fueron atesorados a lo largo de años, su valor histórico no solo estaba dado por lo que sus imágenes contenían, sino también por sus condiciones de guardado. Acaso, ¿los retazos de imágenes y recuerdos debían continuar destinados a lazos afectivos de una familia inventada al margen de todo? Aquellas piezas debían ser rescatadas de la corrosión del tiempo y de la norma de lo que “merecía” ser recordado.

Pia Baudraco fallece en 2012, meses antes que se sancione la Ley de Identidad de Género.  En ese año, la historia del movimiento social travesti trans emprende una nueva narrativa y, balbuceando la posibilidad de la palabra, el Archivo de la Memoria Trans se funda en el lenguaje de las redes sociales, en la liminalidad de un grupo cerrado de Facebook pero abierto a su comunidad. Pasado el tiempo, el proyecto toma otro giro, además de reunir fotografías, la apuesta fue conservarlas y preservarlas. Actualmente, dislocando las concepciones en torno a lo archivable y al estatuto de lo artístico, el acervo se conforma por imágenes fotográficas y archivo audiovisual, dnis, pasaportes, cartas, legajos policiales, artículos de revistas y diarios personales conformando un relato curatorial en torno a la historia de la comunidad trans. En esta narrativa, distintos elementos se ensamblan en un montaje de enunciación poético política para representar la ausencia y una vida que transcurrió, entre el exilio y la clandestinidad. “Esta se fue, a esta la mataron, esta murió” fue la primera exposición realizada en el año 2017. Desde entonces, fueron invitades a participar en exposiciones colectivas e individuales, nacionales e internacionales. Uno de los proyectos más emblemáticos del ATM lo constituye la plataforma virtual www.archivotrans.ar. Esta reúne y pone en circulación imágenes y relatos que lograron sobrevivir a un régimen de representación mayoritario y, desde el pasado, instituye futuros marcos de lectura para disputar nuestro presente y resistirse al olvido colectivo.

Por Mina Bevacqua

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